CRITICA DEL CAPITALISMO Y ÉTICA DEL DISCURSO Prof. Dr. Sirio López Velasco (FURG-Brasil) Hoy cuando la debacle europea del llamado "socialismo real" es la noticia que recorre el mundo y el capitalismo se auto-proclama el fin de la Historia, creo que la crítica "radical" del capitalismo es más pertinente que nunca a los efectos de mostrar que la humanidad tiene un "posible histórico" más allá de la sociedad capitalista. Mi comunicación parte de dos presupuestos que son: de un lado la postulación de la vigencia actual de la crítica que Marx hiciera del "trabajo alienado" (Marx 1844; Marx 1861-1863) y, por otro lado, la aceptación hipotética de la fundamentación de la Ética en el-apriori consensual de la argumentación realizada por K.O. Apel (Apel 1973, Vol.II, p.341-413; Original alemän, 1988,Vol.II, p.358-435). Apel 1990a.; Apel 1991). Sobre esa base me propongo discutir el alcance de la criticidad de la Ética del Discurso respecto del capitalismo en lo relativo a cuatro cuestiones para las que no he encontrado respuestas claras en los trabajos de Apel que han llegado a mi conocimiento. Estas son: 1.La vinculación existente entre las relaciones comunicativas y las relaciones productivas al interior de la empresa capitalista. 2.La norma fundamental de la Ética del Discurso a la luz del capitalismo actual como sistema mundial. 3.El capitalismo actual como sistema mundial y los dos "principios reguladores para el obrar humano a largo plazo" según la Ética del Discurso. 4.La fundamentación de la Ética del Discurso y la situación de la Ciencia en el capitalismo. 1.La vinculación entre las relaciones comunicativas y produtivas en la empresa capitalista. No conozco ningún pronunciamiento de Apel sobre esta cuestión. Ella no aparece en su reciente trabajo titulado "Diskursethik als Verantwortungsethik un das Problem der ökonomischen Rationalität"(Apel 1990b.) Por mi parte parto de la constatación de que en el trabajo el lenguage utilizado por el capitalista en su relación con los proletarios y en general con sus asalariados de "bajo rango" no se caracteriza por ser argumentativo sino por constituirse de "órdenes", Actos de Lenguage que John L. Austin ubica en la "familia de los ejercitativos" (exercitives), definidos como aquellos que "consisten en dar una decisión en favor o en contra de cierta línea de conducta o abogar por ella".(1)(Austin,1962,Conf.XII). Para Austin la "orden" se realiza como ejercitativo explícito mediante el uso de verbos como "ordenar" y "mandar(conjugados en la primera persona del singular o del plural en el presente del modo indicativo.(cfr.Ibid.). El Diccionario Petit Robert (1983) define "orden", en el sentido aquí relevante del término, como "acto por el cual un jefe, una autoridad manifiesta su voluntad".(2) El Petit Robert acierta al caracterizar la "orden" como un acto (de hecho es un "speech act") y Austin en su análisis del lenguage ordinario al abordar las "órdenes" incorpora com "hecho" la asimetría intersubjetiva que este acto supone como su condición de possibilidad de realización "feliz", asimetría que aparece en la referida definición del Dicionario en las figuras "jefe" - subordinado" y "autoridad - hombre desprovisto de autoridad". Austin estudia la "orden", como todos los otros performativos, como siendo un "acto convencional", y que, por serlo, está sujeto a "infortunios" (infelicities).(Austin 1962,Conf.II y III). Estos infortunios acontecen cuando existe violación de las reglas que gobiernan el uso "feliz" de los performativos. Estas reglas son, para Austin, en número de seis, agrupadas de dos en dos, en tres grupos: A,B,y G. Las dos primeras son enunciadas por Austin como sigue: "A1. Tiene que haber un procedimiento convencional aceptado, que posea cierto efecto convencional; dicho procedimiento debe incluir la emisión de ciertas palabras por parte de ciertas personas en ciertas circunstancias, y además, A2. en un caso dado, las personas y las circunstancias particulares deben ser (las) apropiadas para la invocación del procedimiento particular invocado".(Austin 1962, Conf. II(3). Ejemplificando ahora un"infortunio" por violación de A1 y/o de A2 para el caso de las "órdenes" Austin dice :"...en una isla desierta otro puede decirme `vaya a buscar leña' , y yo contestarle" `no recibo órdenes suyas' o `usted no está autorizado para darme órdenes'. No recibo órdenes del otro cuando éste pretende `afirmar su autoridad'(cosa que yo podría aceptar o no) en una isla desierta, en contraposición al caso en el que el otro es el capitán de un barco y por ello tiene autoridad genuina". (Austin 1962, Conf.III)(4). La correspondencia del análisis de Austin con la definición del Diccionario es total, como lo muestra la conclusión de su razonamiento, que no dejaría ciertamente de agradar a un prusiano. Este razonamiento podría concluir también por la frase: "en contraposición al caso en el que el otro es mi patrón y por ello tiene autoridad genuina", porque Austin rigurosa y cándidamente expone y analiza "procedimientos convencionales aceptados" empleados por "ciertas personas en ciertas circunstancias". A partir de su análisis no hay "infelicidad" en la orden dada por el capitalista al trabajador dentro de la empresa durante el período de la jornada laboral, y así, a través del análisis del lenguage ordinario quedarían canonizadas las relaciones socio-productivas capitalistas en su expresión comunicativa. Lo que falta a Austin es la crítica de las relaciones sociales a partir de las cuales ciertos "procedimientos" devienem "convencionalmente" "aceptados" possibilitando así el ejercicio "no-infortunado" de ciertos performativos por parte de "ciertas personas" en "ciertas circunstancias". En el caso de las órdenes operantes en la empresa capitalista esta crítica tiene como momento decisivo la elucidación de los determinantes de la "aceptación" por parte del trabajador de la "no-infelicidad" de la orden venida del capitalista y de la transformación de tal asimetría comunicativa en procedimiento convencional aceptado". La pregunta que debe ser respondida es: qual es la condición de existencia del trabajador sobre la que se asienta en el trabajo su "aceptación" del "procedimiento convencional" de la "orden' desde que el `sujeto' que use, en tanto que "persona apropriada" (siempre a salvo del "infortunio"), de este procedimiento, sea el capitalista (o un representante suyo)? Esta condición debe caracterizarse a partir de las relaciones productivas vigentes en el capitalismo donde : a) el asalariado que se encuentra separado de las condiciones objetivas de realización de su capacidad de trabajo como fuente creadora de los bienes necesarios para su subsistencia sólo puede superar esa separación y lograr aquellos bienes vendiendo su capacidad de trabajo al capitalista, y, b) en la superación de esa separación mediante la forma citada "el trabajador como trabajador entra bajo el comando del capitalista" y su "trabajo vivo... como ocupación, utilidad de la capacidad de trabajo a él comprada" pasa a pertenecer (junto con el material de trabajo y los instrumentos de produción) al capitalista, al que "pertenece por tanto la totalidad del processo de trabajo como si él mismo trabajara con su propio material y sus propios medios de trabajo". Ahora, "visto que el trabajo es al mismo tiempo exteriorización vital del trabajador mismo, es ocupación de su propia realización y capacidad personal - una ocupación que depende de su voluntad (y) es al mismo tiempo exteriorización voluntaria de la misma - el capitalista vigila al trabajador, controla la ocupación de la capacidad de trabajo como una acción que a él le perteneciese "(Marx 1861-1863, p242, los subrayados son míos)(5). En ese trabajo pues, la "orden" dada por el capitalista es "feliz", según su punto de vista y según la realidad de las relaciones productivas capitalistas, en la medida en que ella no se inscribe en el marco de una plena intersubjetividad. El capitalista dispone del asalariado como lo que éste es en tanto que asalariado, o sea como simple capacidad de trabajo que es parte integrante de las `cosas' por medio de las cuales realiza la objetivación de su subjetividad de capitalista, solipsísticamente afirmada en `su' empresa. Allí la orden que es dada al trabajador (como podría ser dada a un animal utilizado en el proceso de trabajo, por ejemplo un caballo o un buey) es instrumento privilegiado de la "vigilancia" y el "control" citados por Marx. Por otro lado el asalariado se ve obligado a la aceptación del "procedimiento" y de su invocación-realización en la orden venida del capitalista en los dominios de la Empresa y se pliega a la "felicidad" de cada una de sus ejecuciones por el capitalista porque de ello depende ni más ni menos que su propia susbistencia. El desempleo, la indigencia (y eventualmente hasta la muerte) son el precio del cuestionamiento de tal "felicidad" y la base de la instauración del procedimiento en cuanto que "convención aceptada". Por lo pronto ha de registrarse que el imperio de la "orden" como acto lingüístico en la Empresa capitalista (comunidad restricta de producción y comunicación)supone la negación de la interacción argumentativa en el seno de la misma, con lo que el a-priori consensual de la argumentación no rige para todos los hombres en la esfera del trabajo practicado en condiciones capitalistas. En la Empresa capitalista el trabajador está excluido del ejercicio de la interacción argumentativa fundamentada en el a-priori consensual de la argumentación y el trabajador se impone la auto-renuncia a ambos a fin de asegurar su subsistencia. Así se confirma a nivel comunicativo lo que Marx ya había aclarado a nivel productivo, a saber, que en el capitalismo el hombre (en cuanto trabajador) deviene animal reducido a cuidar de la preservación de su subsistencia en el ámbito que precisamente constituye su actividad específica: el trabajo. (Cfr. Marx 1844,I,XXIII,p.109). La constatación de que en el trabajo en su forma capitalista se verifica simultáneamente la negación del a-priori consensual de la argumentación y la alienación me parece de decisiva importancia para mostrarle a la Etica del Discurso: a) que ella no puede olvidarse de la crítica de las relaciones productivas vigentes en el capitalismo, b) que la realización social generalizada del a-priori de la argumentación supone la superación de las relaciones productivas capitalistas. Por su parte el a-priori consensual de la argumentación evidenciado por la Etica del Discurso constituye un punto de apoyo para que esta crítica pueda ejercerse, sin ninguna petición de principio de caracter metafísico, a partir de la situación del trabajador reducido en la producción capitalista a condición de sujeto objetivado, alienado, "no argumentante" y "no-destinatario de argumentos". (Sin olvidar que la superación de las relaciones productivas capitalistas también perimitirá al capitalista superar la alienación de la que como hombre padece y practicar el a-priori de la argumentación con cualquier otro ser humano en el ámbito de un trabajo devenido comunitario). En esta óptica cabe anticipar contrafácticamente una comunidad de productores libremente asociados pautada por la abolición de las "órdenes" (en el trabajo y en todas las relaciones intersubjetivas en general), o por lo menos por una re- estructuración tal de las mismas que equivale a su abolición en lo que respecta a su forma actual. Esta re-estructuración se apoya en el a-priori consensual de la argumentación, que aplicado a las "órdenes" las transforma en algo semejante a los "razonamientos causales" estudiados por los estoicos(cfr. Diogenes Laercio, 1965,Vol.II, p.75) y no incorporados en la lógica clásica contemporánea porque ellos se construyen sobre la base del conectivo "porque" que no resulta ser un `conectivo veritativo'. Estas órdenes re-estructuradas no son propiamente `razonamientos' según el paradigma de la lógica clásica porque la parte que antecede al conectivo "porque" no constituye un `enunciado' (frase declarativa suscetible de uno y un solo valor de verdad, lo verdadero o lo falso) sino que es precisamente un ejercitativo. Por su parte, la parte que sigue al conectivo se deja caracterizar como `enunciado' según aquel paradigma. La lógica de estos "cuasi-razonamientos causales" que incluyen un ejercitativo del tipo de la actual "orden" es la siguiente. Si se acepta la verdad del enunciado que sigue al conectivo entonces el oyente se encuentra `obligado' (por la gramática del acto de lenguaje, apoyada en el a-priori de la argumentación) a aceptar la pertinencia del ejercitativo que precede al conectivo y, en consecuencia, a ejecutar la acción por él indicada. Si el oyente no acepta la verdad de dicho enunciado entonces se abre el espacio de la argumentación entre el emisor y el receptor del "cuasi-razonamiento causal" sobre la verdad o falsedad de dicho enunciado, resultando de ello dos finales posibles: a) el receptor es convencido en ese diálogo argumentativo de la verdad del enunciado y debe ocurrir lo expuesto en el primer caso (aceptación del ejercitativo y ejecución de la acción por él indicada), o, b)el emisor se convence de la falsedad del enunciado y `retira' entonces el ejercitativo antes proferido, en la medida en que su "infelicidad" ha quedado argumentativamente establecida a partir de la falsación del enunciado que sigue al conectivo. Veamos el caso de la "orden" "Ordeno que cierres la puerta!", cuya forma no explícita como ejercitativo es "Cierra la puerta!". La transformación en "cuasi-razonamiento causal" de tal orden resulta, por ejemplo, en: "Ordeno que cierres la puerta porque el ruido que entra por la puerta perjudica nuestro trabajo" (cuya forma no explícita es "Cierra la puerta porque el ruido que entra por la puerta perjudica nuestro trabajo"). Si el destinatario de tal cuasi-razonamiento causal acepta como verdadero el enunciado "el ruido que entra por la puerta perjudica nuestro trabajo" (habiendo por ende ya aceptado como no-falseadas las sentencias, relativas a presuposiciones, "hay una puerta" y "la puerta está abierta') entonces debe aceptar (tal es la gramática del acto linguistico en cuestión) la `felicidad' del ejercitativo "Ordeno que cierres la puerta!" (o "Cierra la puerta!") y actuar en consecuencia, o sea: cerrar la puerta. Si no acepta la verdad del enunciado entonces argumentará contra él, de forma que el emisor se ve también obligado a argumentar en defensa de la verdad de éste. Al final, si el destinatario resulta convencido de la verdad del enunciado, aceptará la "felicidad" del ejercitativo y actuará cerrando la puerta. En caso de que convenza al emisor de la no verdad del mismo entonces éste se verá obligado a retirar el ejercitativo proferido y por tanto a cancelar la demanda de acción indicada al receptor. Ahora bien, en situaciones institucionalizadas de convivencia entre individuos libremente asociados, como en el caso del trabajo realizado en condiciones post-capitalistas, se debe postular como anticipación contrafáctica: a)la existencia de un previo y amplio intercambio argumentativo del que resulta por consenso una serie de "cuasi-razonamientos causales" que estipulan lo que de cada uno se espera en la ejecución de sus labores, b) que ante la transgresión de lo establecido por uno de los participantes el cuasi-razonamiento causal de lo establecido por uno de los participantes el cuasi-razonamiento causal de `segundo grado' que lo interpelará será enunciado así: "(Debes) procede(r) de la forma `x' porque `y' fue lo acordado". El interpelado podrá aceptar el cuasi-razionamiento causal de segundo grado porque acepta como verdadero el enunciado `y' que sigue al conectivo, y si además continua aceptando la veracidad del enunciado del cuasi-razonamiento causal de primer grado (constitutivo del acuerdo argumentativo previo en cuestión) entonces se obligará a actuar de forma `x' . Este es el primer caso posible. Veamos un segundo caso posible. El interpelado acepta la verdad del enunciado `y' del cuasi-razonamiento causal de segundo grado pero ya no acepta la veracidad del enunciado del cuasi-razonamiento causal de primer grado en cuestión y es relanzada la dinámica de argumentación sobre éste, en el acto o en el momento previsto para tal fin; en este último caso el interpelado deberá actuar de forma `x' hasta ese momento, para poder dejar de hacerlo si en esa nueva instancia de discusión queda evidenciada la falsedad del enunciado del cuasi-razonamiento causal de primer grado y, en consecuencia, la `infelicidad' y el consecuente `retiro-derogación' de la forma `x' de actuar postulada en el ejercitativo que estaba unida a aquel enunciado. Si la discusión se establece en el acto los resultados posibles son los dos que ya analizamos para el caso relativo a la acción de cerrar la puerta, a saber, la aceptación de la verdad del enunciado, con lo que se confirma la `felicidad' del ejercitativo y debe sobrevenir la acción postulada por éste, o la falsación del enunciado con la consiguiente derogación ( por `infelicidad' argumen- tativamente establecida) del ejercitativo y del pedido de acción por él formulado. Por último tenemos un tercer caso. El interpelado no acepta la verdad del enunciado `y' del cuasi-razonamiento causal de segundo grado; aqui se recurre a las instancias que pueden saldar la duda (testimonio de otros participantes y/o documentos que den fe de los términos del acuerdo previo), pudiendo resultar: a) autenticación de la veracidad de `y' y lo que sigue se ajusta a los casos `primero' y `segundo' ya analizados, o b) queda evidenciada la falsedad de `y' y por tanto establecido el infortunio que deroga el ejercitativo `x' y la acción postulados por éste. 1.1. Ahora bien, si en la Empresa capitalista el asalariado no es sujeto del a- priori consensual de la argumentación, ¿será este asalariado, miembro de la comunidad de los que argumentan fuera de la Empresa? Pienso que la situación de los asalariados (de `bajo rango') respecto del intercambio argumentativo fuera del espacio de las empresas puede ser caracterizada con base en la crítica de la Esfera Pública en la fase actual del capitalismo realizada por Jürgen Habermas (Habermas 1962). Sobre esta base cabe decir que el asalariado que aún no se ha integrado a una comunidad de comunicación real-dominada-emergente crítica del capitalismo, permanece también fuera del trabajo como ser no-argumentante y no-destinatario de argumentos, cuyas seudo-opiniones no pasan de instancias reproductoras de la `opinión pública' que no es ni `pública' ni `opinión' en la medida que es el resultado de la acción comunicativa estratégica (`publicity' ideológico- manipuladora) de los `forjadores de opinión'. Éstos, en la persona del capitalista, y sus representantes a todos los niveles, en tanto que ideólogos del capitalismo (en posición aún más `ideológica', o sea legitimadora del capitalismo como siendo `el mejor de los mundos posibles' cuando decretan el `fin de las ideologías') constituyen la comunidad de comunicación real-dominante en el capitalismo. Al interior de ella el intercambio argumentativo parte del presupuesto explícito o implícito) de la `naturalidad' o `superioridad' y perpetuidad futura del capitalismo. Este presupuesto es el que marca cada una y todas de las seudo-opiniones forjadas por ellos, en particular a través de los medios de comunicación de masa, los actos públicos realizados dentro y fuera del espacio de las empresas y la prédica docente y religiosa. 2.La norma fundamental de la Etica del Discurso a la luz del capitalismo actual como sistema mundial. Apel define esta norma en los siguientes términos: "Todas las necesidades de los hombres que puedan armonizarse con las necesidades de los demás por via argumentativa, en tanto que exigencias virtuales, tienen que ser de la incumbencia de la comunidad de comunicación". Y agrega que esta norma "constituye el fundamento... de una ética de la formación democrática de la voluntad, lograda mediante convenio".(6) (Apel 1973, Vol.II, p.404). Comentando esta norma Apel advierte que "no se puede justificar las exigencias humanas reduciéndolas a las `verdaderas necesidades'... porque precisamente las necesidades naturales de los hombres -alimentación, vivienda, sexualidad, etc. - sólo son moralmente relevantes y éticamente justificables como necesidades culturales; es decir como exigencias comunicables, que pueden satisfacerse en una situación social determinada (por ejemplo, en una determinada fase del desarrollo de las `fuerzas productivas'... y de las `relaciones de producción' (Marx) y de la situación del poder político en un Estado determinado" (7)(Apel 1988, Vol.II,p.125,`Nota' 109). Concuerdo con Apel sobre el hecho de que, en general, para los hombres las necesidades "naturales" son siempre culturalmente dadas y resueltas. Ahora bien, esta verdad general no puede separarse de la crítica del modo de satisfacción de las necesidades en las sociedades clasistas. Aplicada al capitalismo esta crítica viene a mostrar cómo las relaciones de producción que fundamentan las relaciones de distribución en él vigentes permiten que los capitalistas (y los no-trabajadores en la producción material en general)satisfagan algunas de las necesidades "humanas" tal como ellas se presentan en este estadio histórico de las capacidades productivas de la especie, precisamente en la medida y sobre la base de la reducción "cultural" (o sea en la "cultura" acorde con la lógica del capitalismo) de las necesidades de los trabajadores al nivel de las necesidades básicas (naturales-animales) de sobrevivencia y reproducción. Y aquí cabe una reflexión sobre las diferencias entre los proletariados del Primero y del Tercer Mundo establecidas por Apel. Dice Apel que al primero "es todavía aplicable el predicado de la `alienación' , incluso en sentido económico, pero poco el de `pauperización'", mientras que al segundo "puede aplicarse acertadamente el predicado marxiano de `pauperización' pero poco adecuadamente el de `soporte de las fuerzas productivas'". (Apel 1988. Vol. II, p.432-433). Por mi parte creo que la alienación denunciada por Marx se verifica en ambos proletariados. Por otro lado considero que al proletariado (y a los asalariados de `bajo rango' en general que no ocupan los puestos de comando ejecutivo del proceso productivo-comercial) del Primer Mundo se aplica el predicado de`pauper' sin ninguna duda en lo referente al estadio de desarrollo de sus `facultades humanas', y aún, aunque de forma relativa, en lo referente a su disposición de bienes materiales. En lo referente a la primera dimensión de su pauperismo creo que los bienes poseidos (alimentación suficiente e incluso excedente en número de calorías, eletrodomésticos, automóvil, instrucción escolar hasta 2º Grado) constituyen la retribución correspondiente al valor de una fuerza de trabajo cualificada, bienes que el asalariado del Primer Mundo recibe precisamente por el hecho de limitar su desarrollo como ser humano a la esfera de la producción de valores de uso en un tiempo de trabajo que por su extensión e intensidad se constituye en un plus-trabajo. Ese plus-tiempo es el que le falta (de hecho le es retirado por la lógica capitalista de producción) para desarrollar sus capacidades humanas en las esferas de actividad no dirigidas diretamente a la producción de valores de uso, tales como el Arte y la prática del intercambio crítico-argumentativo. He ahí el `pauperismo' humano del asalariado del Primer Mundo. Ahora, a la vista de los bienes materiales de los que éste dispone a costa de su pauperismo humano podríase dudar de su pauperismo material. Mas aquí vale una consideración acerca del pauperismo material relativo. A este respecto es evidente la enorme distancia que, aún cuando posee los bienes antes mencionados, separa a este asalariado de la cantidad-calidad de bienes poseídos por el capitalista y de los que, aun habiéndolos producido, el asalariado se encuentra tajantemente separado. Cualquier comparación de los bienes accesibles al asalariado medio en cualquier pais del capitalismo central con los bienes poseídos por cualquiera de los "capitanes de industria" primermundistas ilustra esta verdad. En el Tercer Mundo el pauperismo material llega a ser absoluto en la medida en que el salario recibido por buena parte de los trabajadores está por debajo del valor de los bienes que perimitirían la subsistencia y reproducción saludable de la fuerza de trabajo en el trabajador y sus descendientes. Pero, a diferencia de lo dicho por Apel, esto sucede al tiempo en que estos asalariados, tanto en la industria como en la agricultura subsumida por el capital, constituyen el soporte de las fuerzas productivas. Resulta evidente que es el trabajo de estos asalariados del capital invertido en la industria (extractiva y de transformación) y en la agricultura, el que produce los bienes mediante los cuales subsiste todo el edificio social de cada uno de los Estados del Tercer Mundo. Pero es menester ver también como estos asalariados son el "soporte de las fuerzas productivas" del capitalismo mundial. Es gracia a su esfuerzo productivo, retribuido con un salario apenas igual cuando no inferior al valor de sua fuerza de trabajo, que: a) el capitalismo drena del Tercer Mundo hacia el Primer Mundo injentes masas de plus-valía (extraída ya diretamente a través de las remesas de las multinacionales allí implantadas, ya indirectamente a través de las obligaciones de pago de una eterna deuda externa que no cesa de crecer a medida que va siendo amortizada), que optimizan la valorización del capital, frenando la caída de la cuota de ganancia, y le permiten amortiguar la lucha de clases en el Primer Mundo mediante la satisfacción de las necesidades "básico-naturales" de los asalaria- dos primer-mundistas; b) el capitalismo central dispone de materias primas baratas que contribuyen al mantenimiento de la cuota de ganancia ; c) el capitalismo central logra mantener ( o aún disminuir relativamente) el valor de la fuerza de trabajo primermundista (al poner a su alcance bienes más baratos, en especial alimentos provenientes o elaborados con insumo del Tercer Mundo) y con ello obtener una vez más resultados favorables en lo referente a la cuota de ganancia y la ganancia media originadas en la plus-valía extraída tanto de los asalariados primermundistas como de los del Tercer Mundo. He aqui algunos números que ilustran los conceptos anteriores. En Brasil (que tiene hoy una población de 150 millones de habitantes: a) 2 de cada 3 trabajadores no tienen "libreta de trabajo", y perteneciendo al 'sector informal" no son amparados por ninguna cláusula de la legislación laboral; aquí se incluye el 50 por ciento de la población infantil hasta 17 años sometida a 40 horas semanales de trabajo (TV Globo 1/10/91 y 12/10/91); b) un trabajador rural del Estado de Paraná (gran productor de bienes destinados a la exportación hacia el Primer Mundo como la soja) gana por una jornada diaria de trabajo de 10 horas el equivalente a 2 dólares (Ibid. 27/5/91);el 70 por ciento de la población brasileña tiene una renta per cápita mensual inferior o igual a 73 dólares (UNICEF,RBS, TV, 8/11/91) ;30 millones de trabajadores ganan hasta 73 dólares por mes(TV Globo 19/9/91); 20 por ciento de las personas que duermen en la calle en Río de Janeiro son trabajadores que no tienen dinero suficiente para pagar el transporte que los devolvería diaria- mente a sua casa durante la semana laboral (RBS TV, 3/10/91); c)en la última década 1 de cada 3 trabajadores sufrió un accidente de trabajo y 1 de cada 28 de estos accidentes resultó en muerte del trabajador (XXI Congreso de Prevención de Accidentes del Trabajo, TV Manchete, 25/11/91); d) en los últimos años se constata en los brasileños una disminución de 8,8 cm. en su estatura y de 2 kg. en su peso medio (Dr. Lefevre, Facultad Paulista de Medicina, TV Globo, 24/10/91; e) el 80 por ciento de los trabajadores jubilados gana mensualmente hasta 73 dólares (TV Globo,11/6/91); f) un tercio de la población no tiene agua corriente y en 1990 180.000 niños murieron por enfermedades derivadas del agua no potable (TV Globo, 5/10/90 y 17/5/91); 350.000 niños mueren anualmente por hambre, casi mil por dia (TV Globo, 28/7/91); 45 millones de niños viven en estado de pobreza (TV Globo, 17/6/91); 7 millones de niños viven abandonados en las calles (TV Globo, 29/5/91); 33 millones de niños no frecuentam la Escuela (IBGE, TV Globo, 12/10/91),, el 40 por ciento de la población es analfabeta y de cada 100 niños que logran entrar a la Escuela sólo 20 terminam el 1er. Grado (TV Globo, 22/11/91 y 17/10//91). Esto sucede mientras que por otro lado: a) de las 500 mayores empresas del Brasil 23 están bajo control de empresas con casa matriz en Alemania, y San Pablo es la mayor ciudad industrial "alemana" del mundo (TV Bandeirantes, 24/110/91); b) 100 millones de estadounidenses tienen más peso que el adecuado y 50 millones hacen dieta permanente, lo que rinde a las clínicas del adelgazamiento 30 mil millones de dólares por año (TV Globo, 20/9/91); c) un obrero cualificado alemán gana por hora 25 dólares, un japonés 18 y un norteamericano 17 (AFP-Bonn, `La República' , Montevideo 25/01/92, p.21) En 1982 las 200 mayores empresas transnacionales juntas recaudaron una vez y media la cantidad de dólares que lograron recaudar 130 países del Tercer Mundo reunidos; esas empresas controlan el 50 por ciento del comercio mundial (dentro de éste entre 80 y el 90 por ciento de la exportación de productos básicos de los países tercermundistas ) que por su vez se limita en un 30 o 40 por ciento a ser un intercambio entre sus filiales instaladas en el Tercer Mundo y sus casas matrices con sede en el Primer Mundo; así en lo importado por EEUU de A. Latina en 1981 el 33 por ciento fue intercambio entre filiales de estas em- presas en países latinoamericanos y sus matrices en los EEUU (Fernández Huidobro 1991). En relación a la deuda externa : a) A, Latina (con su población actual de 446 millones de habitantes de los cuales 224 en estado de pobreza) en los últimos 4 años pagó por servicios de la deuda externa 224 mil millones de dólares (Radio Habana, 26/7/91) ; b) entre 1980 y 1987 el Brasil pagó 121.000 millones de dólares por concepto de servicios de su deuda externa, a pesar de lo cual ésta pasó en ese período de 64.200 millones a 121.300 millones de dólares (Schilling 1990, p.15). Estos datos muestram por sí solos como, sobre las bases de un salario situado debajo de su valor que es el pagado al "soporte de las fuerzas productivas" a nivel mundial que son los asalariados del Tercer Mundo, el capital mundial puede auto-valorizarse en tal grado que le es posible y útil satisfacer más allá de sus límites estrictamente "naturales" las necesidades de los asalariados que constituyen el "soporte de las fuerzas productivas" en los países capitalistas centrales. Por otro lado ellos contribuyen a mostrar que la "amortiguación de la lucha de classes" verificada en el Primer Mundo y que Habermas (Habermas 1968, VII al IX) analizara en los términos de una supuesta substitución-superación de la ideologia del "intercambio de equivalentes" por el paradigma del "Estado de bienestar social", no puede ser analíticamente desvinculada de la transferencia de plus-valia venida del Tercer Mundo ( a costa de la infrasubsistencia de los asalariados en éste) en la medida en que ésta constituye una condición material de posibilidad del "bienestar" proporcionado a los asalariados del Primer Mundo. Por mi parte creo que hasta el momento en que el asalariado (del Primer o del Tercer Mundo) emprende la crítica del `modelo cultural' de satisfacción de las `necesidades' en el contexto de las relaciones de producción y distribucción del capitalismo como tal, vige para él el paradigma ideológico del intercambio de equivalentes que, por vía argumentativa, pretende legitimarse como el posibilitador y realizador de la `armonización' de las `necesidades' (y `derechos') del capitalista y el asalariado, respectivamente. (Según este paradigma el capitalista, después de `pagar al trabajador el precio de su trabajo', es legítimo poseedor, por `necesidad' y por `derecho' en tanto que `agente productivo dueño del capital' del valor recibido por la venta de la mercancía). De hecho los que argumentan son los capitalistas y sus representantes, porque como intenté mostrarlo antes el asalariado (de `bajo rango') se halla excluíido de la comunidad de los que argumentan. Su condición al interior de las relaciones capitalistas de producción, distribucción y comunicación no deriva de una instancia de `formación democrática de la voluntad mediante convenio' de la que él haga parte, sino de una situación de hecho fundamentada en la propriedad privada de los medios de producción en manos del capitalista que se legitimará en y por la `comunidad de comunicación' de los que argumentan y forman en el asalariado una seudo-voluntad (seudo-opinión) adaptada al paradigma ideológico del intercambio de equivalentes. Lo que esta comunidad de comunicación acepta como siendo `de su incumbencia' es la cuestión intra-paradigmática de la `exigencia' del `salario justo' para el asalariado. Obviamente que la polarización de las atenciones sobre esta cuestión no hace otra cosa sino reforzar el paradigma ideológico del intercambio de equivalentes y contribuye a la eternización del capitalismo como tal en sus dimensiones productiva, distributiva y comunicativa. Sin esta crítica de la forma en que se satisfacen diferenciadamente las `necesidades' de capitalistas y asalariados en el capitalismo, cuyas relaciones de producción y distribución, bases de tal diferenciación, son legitimadas argumentativamente por el paradigma ideológico del intercambio de equivalentes que las presenta bajo el prisma de la `armonización de interesses', la norma fundamental de la Etica del Discurso puede ser interpretada a la luz de la lógica distributiva capitalista. Atención específica merecen las `exigencias virtuales' a las que esta norma hace referencia. Según la teoria de los "Speech Acts" la "exigencia" es un acto linguístico (`ejercitativo' en la clasificación de Austin) que se realiza si y solamente si alguien profiere una frase que comienza por las palabras "Exijo..." o "Exigimos..." (es decir por el verbo "exigir" conjugado en la primera persona del singular o del plural en el presente del modo indicativo). Nótese que según este paradigma que es el de Austin (Austin 1962, Conf.XII) resultan descartadas las "exigencias virtuales". Por mi parte, ocupándome de la "exigencia de Justicia" tal como ésta aparece tematizada en la obra de Enrique Dussel ( por ej. en Dussel 1977, 2.4.7.2.) he tratado de mostrar en otro trabajo (López-Velasco 1991) que se abre una brecha para la defensa de la existencia de "exigencias virtuales" atinentes a la Justicia vehiculadas en el lenguaje ordinario si yendo más allá del modelo pragmático propuesto por H.P.Grice (Grice, 1975) postulamos la existencia de "tautologías pragmáticas" cuya utilización, en violación de la regla de "relevancia" evidenciada por Grice, constituye el recurso mediante el cual tales "exigencias virtuales son producidas a título de implicaturas conversacionales (conversational implicatures)". Sin enbargo la solución por mí allí propuesta da cuenta solamente de algunos de los casos posibles y considero por tanto que el tema de las "exigencias virtuales" aún espera una solución de conjunto en el terreno en que ella puede y debe ser buscada, a saber, el de la lógica del lenguage ordinario. A la espera de esa solución y coincidiendo con Marx puedo detectar no obstante como "necesidades humanas" no satisfechas en los asalariados del capitalismo las relativas a las "facultades humanas" ejercidas hoy por los sujetos no- dedicados directamente a la producción material (y dentro de estas facultades incluyo la prática del intercambio crítico-argumentativo), que le están vedadas al trabajador en función del plus-trabajo productivo a él impuesto y su reducción a la condición de sujeto no-argumentante. Y puedo postular como anticipación contrafáctica por la cual luchar un orden comunitario post-capitalista en que todos los hombres tengan por igual aseguradas sus diferentes necesidades de sobrevivencia y el tiempo libre, unido a los instrumentos (en particular materiales) apropiados, necesarios para darse al cultivo de las otras "facultades humanas", además de la productiva, que hoy, aunque sea de forma unilateralizante, sólo los sujetos no-dedicados- directamente a la producción material están en condiciones de desarrollar. Este orden supone la abolición de las actuales relaciones productivo- comunicativas y distributivo-comunicativas en una comunidad de producción- distribución-comunicación de hombres asociados mediante una voluntad forjada por convenio que a la vez y en tiempos alternados se dan al ejercicio (sobre la base del trabajo productivo que como contribución a la comunidad cada uno debe ejercer) de todas las actividades que, respondiendo a sus vocaciones, los lleven a practicar el desarrollo multilateral de sus facultades humanas. El actual estadio de la capacidad productiva y la estructura de la práctica argumentativa, que aunque ideológica y excluyente es desarrollada bajo el capitalismo, constituyen las bases objetivas sobre las cuales asentar la viabilidad de tal anticipación contrafáctica. 3.El capitalismo actual como sistema mundial y los dos principios reguladores para el obrar humano a largo plazo según la Etica del Discurso. Los mencionados principios son caracterizados por Apel como sigue: 1."Con cada acción y omisión debemos tratar de asegurar la supervivencia del género humano como comunidad real de comunicación". 2. Debemos intentar realizar la comunidad ideal de comunicación en la (comunidad de comunicación) real". Y agrega Apel :"El primer objetivo constituye la condición necesaria del segundo, y el segundo confiere al primero su sentido: el sentido que ya está anticipado en cada argumento". (Apel 1988, Vol.II, p. 431). Es evidente que el primer principio gana un contenido preciso en la problemática ecológica que hoy aflora con fuerza en los países capitalistas y sobre esta cuestión he de volver en lo que sigue. Mas antes me detendré en el análisis de la actual "comunidad real de comunicación" para indagarme sobre su relación con la "supervivencia" y la propia existencia del género humano. Sostengo que actualmente en el contexto del sistema capitalista mundial el "género humano" no constituye una realidad y, por ende, tampoco constituye la "comunidad real de comunicación". En mi análisis anterior he tratado de mostrar como la vigencia de las "órdenes" en el trabajo, como la vigencia de la acción comunicativa estratégica (ideológico-manipuladora y forjadora de seudo-opiniones) praticada por los medios de comunicación y la prédica docente y religiosa en manos del capitalista y sus representantes, excluye al grueso de los asalariados de cada "comunidad nacional-real-dominante de comunicación" tanto en los países capita- listas centrales como en los periféricos. Esta constatación de lo que sucede a nivel de cada país capitalista tomado por separado muestra ya que la "comunidad real (dominante) de comunicación" no se confunde con el "género humano" y que éste, desde el punto de vista comunicativo, aún no es una realidad. Mas el capitalismo como sistema mundial incluye otras determinaciones concretas que demuestran que el "género humano" aún no existe y por tanto no es la "comunidad real de comunicación" supuesta en el primer principio regulador enunciado por Apel. Así en el capitalismo como sistema mundial los propios capitalistas de los paises capitalistas periféricos, protagonistas, controladores y beneficiarios de sus respectivas "comunidades reales-nacionales de comunicación" se ven excluídos de "la comunidad real de comunicación" a nivel internacional. A ese nivel los capitalistas (y sus representantes) del capitalismo central se han constituido en "comunidad de comunicación real-dominante" que por via "argumentativa" (y llegado el caso por vía del veto, la censura y aún la fuerza militar) asegura y legitima su posición de dominio mediante el control de los organismos e instancias internacionales de decisión econômica, política, jurídica y militar mediante el control oligopólico de las "informaciones" y "argumentos" vehiculados con inusitada potencia, repetición y uniformidad por las grandes agencias de información y los grandes medios de comunicación de masa. En el dominio jurídico-político la propia composición del Consejo de Seguridad de la ONU y los derechos de veto en él vigentes muestran la efectiva configuración de la "comunidad real de comunicación-decisión" a nivel internacional. La distribución de los poderes de decisión y fiscalización en el FMI y el Banco Mundial muestran el real perfil de la misma a nivel econômico. Y la uniformidad y parcialidad ideológica de las noticias y "argumentos" vehiculados por las grandes agencias de información hacia y desde los países capitalistas periféricos, cuando rastreadas hasta su origen en las casas matrices que las "fabrican", nos conducen una vez más al seno de la misma "comunidad real de comunicación" que impera internacionalmente a nivel jurídico-político y econômico. Por supuesto que esta comunidad real de comunicación está preocupada con su supervivencia y en este trance ha "descubierto" el problema ecológico. Pero el detalle es que una cultura ecológica consecuente y durable es incompatible con el capitalismo. Y esto no lo digo como imputación moral hecha al capitalista, sino porque la lógica de la competencia en la que inevitablemente han de debatirse los capitales librados a la lucha recíproca por la supervivencia, hace de los gastos o precauciones permanentes de caracter ecológico una carga de minus-valorización que puede ser mortal en la eventualidad de su ausencia en alguno de los capitales partícipes de esa guerra. Que la destruccíon del eco-sistema va de la mano con el capitalismo lo demuestra a nivel mundial el hecho de que los mayores responsables por la destrucción de la capa de ozono, el efecto invernadero y las lluvias ácidas son los países capitalistas centrales (Prof.Pryre, Universidad de Columbia, N.York, TV Globo 5/8/91). Los EEUU han destruído el 80 % de sus florestas naturales (TV Bandeirantes, 17/10/91). A nivel latinoamericano, en especial brasileño, salta a la vista una constatación palmaria: los indígenas han vivido en la región amazônica durante milenios y nunca provocaron desequilibrios ecológicos. Hoy la destrucción de esa región es obra de grandes empresas capitalistas mineradoras, madereras y papeleras (algunas petenecientes a capitales centrales) y de grandes latifundistas (brasileños y extranjeros) que por imposición de la lógica productiva capitalista encuentran en la permanente conquista-destrucción de las zonas selváticas la única salida para la obtención de la reproducción ampliada, y aún de la simple supervivencia, de capitales invertidos en la explotación extensiva de la tierra. Una cultura ecológica consecuente y durable supone pues la superación del modo capitalista de producción en una comunidad de hombres libremente asociados que por decisión consensual resuelvan sobre `qué',`cuánto', `para qué' y `como' producir y distribuir, velando para que no se degrade su entorno natural. Esta cultura solo puede advenir a nivel planetario con la efectiva constitución histórico-real del "género humano" bajo la forma de una comunidad mundial de comunidades de producción-distribución-comunicación forjadas por hombres libremente asociados. Sólo así se hace posible el desarrollo de individuos multilaterales que, al tiempo que humanizan la naturaleza en la reproducción expansiva de su existencia comunitariamente vivida, se naturalizan al punto de instrumentar un sistema de intercambio productivo con la naturaleza que tenga caracter preservador-regenerador de la misma. De lo dicho resulta que es un equívoco postular como segundo principio regulador de la Etica del Discurso la "realización de la comunidad ideal de comunicación en la (comunidad de comunicación) real". El espíritu evolucionista-reformista de tal enunciado se da de narices contra el hecho de que en el capitalismo el "género humano" no existe como comunidad real de comunicación y que las condiciones ecológicas de supervivencia de los seres humanos se ven amenazadas por determinaciones inmanentes a la lógica del modo de producción capitalista (y no accidentales-superables dentro de la misma). Creo que lo que corresponde a partir de la realidad actual a nivel planetario es postular como anticipación contrafáctica por la cual luchar, la abolición de la comunidad real (dominante) de comunicación vigente en el capitalismo para sustituirla por la comunidad mundial de comunidades de producción-distribución- comunicación de hombres libremente asociados, constituidos como género humano real. Y ahora llego al último punto de mi comunicación. 4.La fundamentación de la Etica del Discurso y la situación de la Ciencia en el capitalismo. Aquí me propongo abordar, lo más brevemente posible, la cuestión de la "comunidad de comunicación de los científicos" dedicados a las ciencias empírico-analíticas. La discusión sobre esta comunidad de comunicación cobra suma importancia a partir del hecho de que su consideración tiene un papel decisivo en la estrategia argumentativa seguida por Apel para fundamentar la Etica. El punto decisivo consiste en el hecho de que la posición del científico que se identifica con una comunidad de comunicación de sus pares adhiriendo en actitud de auto-renuncia al egoísmo a una busca colectiva y consensual de la verdad, no escapa a la determinación contextual que supone la forma de inserción de esas ciencias en la sociedad capitalista. No obstante, el itinerario reflexivo seguido por Apel (a partir de la obra de Peirce) en la deducción transcendental que fundamenta la Etica en el a-priori consensual de la argumentación (Apel 1973,Vol.II, p.402-404), no integra esta determinación contextual. Contra la imagen idealizada de una comunidad científica orientada a la busca colectiva y consensual de la verdad (auto-renuncia al egoísmo mediante) que después de Peirce a su manera también formulara implícitamente Karl. R. Popper en su modelo de la investigación científica concebida como P1 » T1 » E » P2 » T2 ... (Popper 1967), ya llamaba la atención Thomas Kuhn (Kuhn 1962) al evidenciar la existencia masiva de una "ciencia normal". En ésta el científico, lejos de preocuparse con la audaz elaboración y tests de teorias sometidas a falsación y por ende con la aproximación colectiva y consensual a la verdad, se encuentra él (el científico) en situación de "elemento sometido a test" del que se espera que, a partir del paradigma explicativo en vigor, sea capaz de encontrar soluciones para cuestiones puntuales("rompe-cabezas"), soluciones de las que dependen la manutención de su empleo y los subsidios financieros que posibilitan la continuación de su labor, además de su prestigio profesional y personal (el que, por su vez, abre puertas de trabajos y subsidios). Pienso que esta observación de Kuhn gana profundidad crítica cuando se la reformula a partir de la constatación de que, en el capitalismo, la ciencia (en especial la empírico-analítica) es subsumida por el capital como fuerza productiva. En esa situación también el científico pasa a ser asalariado (directo o indirecto, vía poder político) del capitalista y por ello no es de extrañar que éste le exija "soluciones" capaces de proveerlo de innovaciones tecnológicas que le permitan enfrentar con éxito (y con las periódicas ventajas de la ganancia extraordinaria que proporciona el aprovechamiento en situación de monopolio temporal de una innovación tecnológica recién incorporada al proceso productivo) la feroz guerra de competencia a la que está sometido. Al capitalista no le interesan las aventuras de la busca colectiva y consensual de la verdad sino las herramientas competitivas que el científico, su asalariado, puede proveerle. Y dada esta situación de vasallaje salarial el científico se ve condenado, como el trabajador manual, a una actividad (en este caso la "ciencia normal") que ya no es más libre exteriorización de sus energías vitales creadoras sino simple medio de subsistencia. Ahora bien, ¿valdría el modelo idealizado por Peirce y la versión popperiana del mismo para lo que Kuhn llama, en contraposición con la "ciencia normal", la "ciencia revolucionaria"? Ésta es la actividad de los científicos que, a la vista de las anomalías sucesivas que afectan al paradigma establecido, se dan a la tarea de cuestionarlo y proponer un nuevo paradigma explicativo como candidato destinado a sustituir a aquél. Aquí, a nivel de la "investigación pura" parece funcionar el "socialismo lógico" postulado por Peirce y del que se inspira Apel. No obstante, concretizando las ideas de Habermas en "Conocimiento e Interés" (Habermas 1973) ha de verse que también la "ciencia revolucionaria" no deja de depender en su base financiera del capitalista. Y el capitalista en tanto que proveedor de recursos no deja de orientar selectivamente la "investigación pura" en las direcciones susceptibles de ofrecer resultados rentables a nivel de la aplicación tecnológica de los mismos, y de establecer plazos de transformación de la "investigación pura" en "investigación aplicada" dentro de las áreas selectivamente elegidas, plazos que no deben ser transgredidos so pena de ver anulada la contribución financiera del capitalista y con ello interrumpida bruscamente la "busca colectiva y consensual de la verdad". Así en el capitalismo, el "socialismo lógico" de la comunidad científica dedicada al ejercicio de la "ciencia revolucionaria" (comunidad infinitamente menor que la dedicada a la "ciencia normal") no escapa a la dinámica contradictoria que le impone la subsunción de la ciencia por el capital.(10) Por un lado él es incentivado a partir de la competencia entre capitales (y en este sentido la producción capitalista es la base histórico-material sobre la cual se hace posible y necesaria, por la lógica de la competencia, la emergencia del "socialismo lógico") pero a la vez éste encuentra sus límites en esa misma lógica de la competencia. Estos límites son los de su `encorsetamiento' al interior de las áreas problemáticas relevantes para esa lógica y de los plazos de "retorno rentable" definidos a la luz de ella. De esto se deduce que la realización del "socialismo lógico" y por ende del a- priori consensual de la argumentación supone también a nivel de la ciencia la superación de las relaciones sociales capitalistas en una comunidad productivo- comunicativa de hombres libremente asociados. En esta comunidad la ciencia estaría realmente abierta a todos los "seres racionales". Los interesados dedicarían una parte de su tiempo a la ciencia, habida cuenta de la abolición de la división capitalista del trabajo, a la par que se desarrollan como individuos multilaterales en otras áreas de actividad, incluida la dedicada a la producción material. En esta comunidad post-capitalista contrafácticamente anticipada a la luz del a-priori de la argumentación, queda abolida la "comunidad científica" actual, o sea ese grupo estanque dedicado a la ciencia constituida en actividad unilateralizante y medio de subsistencia. Así la crítica del capitalismo pretende llevar a la actual "comunidad científica" a compreender : a) que la pertenencia a ella supone una unilateralización del desarrollo individual (aún en los momentos en que éste se pauta por la "busca colectiva y consensual de la verdad") que por su vez descansa en la unilateralización forzada impuesta a los trabajadores mediante el plus-trabajo, y, b) que incluso ese desarrollo unilateral al interior de esa comunidad estanque se ve aún limitado por la subsunción de la ciencia por el capital, quien determina las áreas y los plazos de una actividad que por ello deja de ser libre expresión de energías creativas; c) y por último, que la realización del "socialismo lógico" a nivel de la actividad científica supone la superación de las relaciones sociales capitalistas. Con lo dicho queda patente otra vez que la Etica del Discurso, si quiere ser consecuente consigo misma, no puede dejar de articular sus contenidos con la crítica de las relaciones productivas (y distributivas) vigentes en el capitalismo. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS. APEL,K.O.(1973,1988). Transformation der Philosophie, Suhrkamp, Frankfurt. En español: la Transformación de la Filosofía"(2 vol.), Taurus, Madrid, 1985. APEL,K.O.(1990a). Nichtmetaphysiche Letzbegrüdung, in "Nachtmeta phisiche Philosophie", Karl Ranhner-Akademie (Verlag), Köln,1990, p.27-49. APEL,K.O.(1990b) Diskursethik als Verantwortungsethik und das Problem der ökonomischen Rationalität, in "Suhrkamp Taschenbuch Wissenchaft", Suhrkamp, Frankfurt, 1990, p.121-154. APEL,K.O.(1991). Diskursethik als Verantwortungsethik:eine Postme thaphsysche Transformation der Ethik Kants, in "Teoria de la verdad y etica del Discurso", Paidos, Barcelona-B.aires-Méxi co,1991,p.147-164. AUSTIN, John L.(1962). 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NOTAS (1)"An exercitatives is the giving of a decision in favour of or against a certain course of action, or advocacy of it"(Austin 1962, Conf.XII,p.155) (2)"Acte par lequel un chef, une autorité manifeste sa volonté". (3)"A1. There must exist an accepted conventional procedure having a certain conventional effect, that procedure to include the uttering of certain words by certain persons in certain circumstances, and furthers, A2. The particulars persons and circumstances in a given case must be appropriate for the invocation of the particular procedure invoked". (4)"...on a desert island you may say to me `Go and pick up wood', and I may say" I don`t take ordens from you" or "you`re not entitled to give me orders"-I do not take orders from you when you try to àssert your authority' (wich I might fall in with but may not) on a desert island, as opposed to the case when you are the captain on a ship and tehrefore genuinely have authority". (5)"der Arbeiter als Arbeiter unter das Kommando des Kapitalisten tritt". "...die lebendige Arbeit...als Betätigung Vernutzung des von ihm gekauften Arbeitsvermögens gehören ihm, und gehört ihm der ganze Arbeitprozess ebensosehr, als ober selbst mit seinem eigenen material ind seinen eigenen Arbeits-mitteln arbitete. Da Aber die Arbeit zugleisch Lebensäusserung des Arbeiters selbst, Betätingung seiner eigenen persönlichen Fertigkeit und Fähigkeit ist- eine Betätigung, die von seine Willen abhängt, zugleich Willensäusserung desselben ist- Überwacht der Kapitalist den Arbeiter, kontrolliert die Betätigung des Arbeitsvermögens alls eine ihm gehörige Aktion'(Marx 1861-1863,p.242). 6)"... das alle Bedürfnisse von Menschen-als virtuelle Ansprüche-zum Anliegen der Kommunikations-gemeinschaft zu machen sind, die sich auf dem Wege der Argumentation mit den Bedürfnissen aller übrigen in Einklang bringen lassen"..."...die Grundlage einer Ethik der demokratischen Willensbildung durch Übereinkunft (`Konvention') darstellt".(Apel 1988,volII,p.425 y 426). 7)"...man kan m.E. nicht umgekehrt die Ansprüche der Menschen dadurch rechtfertigen, das man sie auf `wahre Bedürfnisse' zurückführt, etwa durch `normative Genese' der `Kulturellen Bedürfnisse' aus `natürlichen Bedürfnissen' :denn gerade die natürlichen Bedürfnisse der Menschen-Nahrung, UnterKunft,Sexualität usw.- sind offenbar nur als Kulturelle Bedürfnisse, u.d.h. schon als kommunizierbare Ansprüche, die in einer bestimmten gesellchaftlichen Situation(z.B. bei einem bestimmten Entwicklungsstand der `produktivkräfte') befriendigt werden können, moralisch relevant und etisch zu rechtfertigen.(die normative Genese der Kulturellen Bedürfnisse aus den natürlischen Bedürfnissen hat m.E. nur -allerdings- eine ideologiekritische Funktion; zur rechtfertigung der Bedürfnisse gehört aber darüber hinaus die Konfrontation der subjektiv `echten' Befürdnisse mit dem `Realitäts- prinzip`(Freud); und diese Konfrontation bedarf selber wiederum einer normativen und empirichen Genese der gesellschaftlichen situation,z.B. der Entwicklung der `Produktivkräfte` und der `Produktionsverhältnisse(Marx) und der machtpolitischen Situation, in der sich ein bestimmten Staat befindet".(Apel 1988,Vol.II,S.125,FN 109). 8)"(auf ersteren)noch immer das Marxche Prädikat der `Entfremdung' , auch im ökonomischen Sinne, anwerbar ist, kaum aber das Prädikat der `Verelendung', während auf die dritte Welt `Marxens Prädikat der`Verelendung' zutrifft, kaum aber das Prädikat' Träger der Produktionskraft' ".(Apel,1988, Vol.II, S. 432- 433). 9)1."(Es) muss in allem Tun und Lassen darum gehen, das Überleben der menschlichen Gattung als der realen Kommunikationsgemeischaft sicherzustelle". 2." (es muss darum gehen) in der realen die ideale Kommunikationsgemeischaft zu verwirklichen"... "Das erste Ziel ist die notwendige Bedingung des zweiten Ziels; und das zweite Ziels gibt dem ersten seinem Sinn, -den Sinn, der mit jeden Argument schon antizipiert ist". (Apel, 1988,Vol.II, S.431). 10) En 1956 de las 600.000 personas dedicadas a actividades científicas en EEUU sólo 5000 hacían "ciencia revolucionaria"(cfr.Whyte 1956, p.205). ---------- Dirección del autor: FURG/DECC CAMPUS CARREIROS 96500-900 RIO GRANDE(RS) BRASIL